Intenté grabar en mi memoria el reflejo de tu sonrisa
calcar en mis ojos el brillo de tu mirada,
pero tus recuerdos quedaron pregnados en mi corazón.
Cada vez que la noche abre su regazo,
me siento junto a la ventana para observar las gotas
de la lluvia, mientras mis lagrimas deslizan al ritmo de ella
sobre el cristal.
Aún aguardo la llegada de ese día donde nuestras almas
se encontraran y tu mirada junto a la mía
se darán ese beso recíproco.
Observar el cielo estrellado se ha convertido en mi vicio
desde que ya no te puedo contemplar, lamento tener que
fumar un cigarro cada noche que hace frío, lamento tragar
el café amargo con sabor a tu ausencia; y que mas da
si el café es otro mas de mis vicios, vicios de los cuales
atrapan mi mente por un instante para prevalecer, y no
sabes como lamento el tener que fumar un cigarro
cada noche que hace frío y tragar el café amargo, en ausencia
de tus abrazos y compañía.
By Rosa Elvia Zárate Cortés 08/05/15